Demis Hassabis, el CEO de DeepMind, un prestigioso laboratorio de inteligencia artificial (IA) propiedad de Google, hizo una audaz predicción en una reciente conferencia del Wall Street Journal.

Hassabis sugirió que podríamos estar a punto de alcanzar la inteligencia artificial general (AGI) en solo unos años, citando el progreso imparable que la IA ha experimentado en los últimos tiempos.

Demis Hassabis, CEO de DeepMind

¿Qué es la AGI?

La AGI hace referencia a sistemas informáticos o máquinas altamente avanzadas que poseen la capacidad de comprender, aprender y realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Es como tener una computadora o un robot que puede pensar y razonar igual que un humano.

Precaución en la búsqueda de la AGI

A pesar de su perspectiva optimista, Hassabis instó a la precaución en la búsqueda de la AGI. Enfatizó la importancia de usar el «método científico» para desarrollar tecnología de IA, que implica realizar experimentos rigurosos y pruebas.

Este enfoque garantizaría que el desarrollo de la AGI no se apresure y que los riesgos potenciales sean abordados adecuadamente.

Impacto social y ética en la IA

La importancia de las observaciones de Hassabis se ve subrayada por una próxima reunión en la Casa Blanca, donde expertos en IA y CEO’s se reunieron para discutir los posibles impactos sociales de la AGI. Uno de los problemas críticos abordados en la reunión fueron las preocupaciones éticas en torno a la tecnología de IA.

Como dijo Isaac Asimov, «La ciencia recorre un camino largo y sinuoso en busca de la verdad«. A medida que la IA se vuelve más avanzada e integrada en nuestra vida cotidiana, es fundamental que su desarrollo esté guiado por consideraciones éticas que prioricen la seguridad y el bienestar de las personas y la sociedad en su conjunto.

Reflexiones finales

Estamos en una etapa emocionante y desafiante en el desarrollo de la inteligencia artificial. La AGI tiene el potencial de transformar nuestra vida cotidiana de maneras nunca antes imaginadas. Sin embargo, es esencial abordar los riesgos y preocupaciones éticas que surgen en este proceso. Al adoptar un enfoque cuidadoso y ético en el desarrollo de la AGI, podemos garantizar que esta tecnología tenga un impacto positivo en nuestras vidas y en el mundo en general.